Luego de dos años, Daimler decidió que lo que parecía un proyecto de ciencia ficción debería de ser probado. El autobús de conducción autónoma circuló en Amsterdam en tránsito abierto, el llamado Mercedes-Benz Future Bus fue “operado” gracias al sistema denominado CityPilot a una velocidad máxima de 70 km/h.
CityPilot consta de radares de corto y largo alcance, una docena de cámaras y un sistema de localización GPS, tecnologías similares a las que llevan los modelos de la casa, como el Mercedes-Benz Clase E. Asimismo, el vehículo está conectado a las infraestructuras mediante Wi-Fi y es capaz de conocer el estado de los semáforos.
De acuerdo con la armadora, el objetivo que tiene este autobús de pasajeros autónomo en el futuro cercano es que tenga un conductor –humano- para realizar trayectos interurbanos, pero que pueda activar el CityPilot al llegar a una ruta compatible con la conducción autónoma para que el autobús tome el control.