De la teoría a la práctica. Toyota durante el periodo del 2019 al 2021 llevó una intensa rutina de prueba de sus sistemas de manejo autónomo en circuitos controlados, en cuyos -nos imaginamos alentadores- resultados los llevaron al siguiente nivel: pruebas de conducción autónoma en situaciones reales.
De acuerdo con la información compartida por Toyota, los vehículos de pruebas circulan por rutas preseleccionada en Bruselas (Bélgica), con lo que esperan comprobar el comportamiento de la conducción automatizada en entornos urbanos complejos, con visibilidad limitada y comportamientos humanos impredecibles.
Si bien, esta primera fase de concluirá hasta el hasta el próximo julio de 2024, de acuerdo con Toyota con los primeros resultados luego de 600 horas de conducción en carreteras, han podido entender cuáles son los requisitos para que la conducción autónoma se integre con mayor facilidad a nivel global.
¿Qué sigue?
Toyota quiere seguir comprobando la operación y fiabilidad del sistema V2V, es decir, la comunicación entre vehículos que consiste en utilizar las señalas enviadas vía satelital inalámbrica por los vehículos para ayudar a anticipar distintos acontecimientos en la carretera, y así sortear patrones de tráfico complejos, como la irrupción de vehículos o peatones, obras en la calzada, u otras incidencias imprevistas y temporales de la vía.
Así, Toyota busca especificar las limitaciones operativas, como el alcance de la percepción (también en caso de obstáculos y al girar en cruces), la implicación del conductor, el tipo de vía, la velocidad, las condiciones meteorológicas, la hora del día y otras circunstancias ambientales, en las que los sistemas de conducción automatizada pueden funcionar de forma segura y continua.
El laboratorio sobre ruedas utilizado es un Lexus LS de quinta generación equipado, como indicábamos, con la tecnología de comunicación V2V. En todo momento, un conductor y un operador estarán a bordo en todo momento, preparados para intervenir si la situación así lo requiere.
