Smartphones, computadoras, electrodomésticos, pantallas, vehículos, dispositivos médicos, elementos básicos de defensa de los ejércitos … básicamente toda industria tecnológica como la concebimos, esta edificada con base en un término llamado con ‘Tierras Raras’ que engloba a 17 elementos de la tabla periódica que poseen propiedades magnéticas.
Y pese a su nombre, las ‘Tierras Raras’ se pueden encontrar con bastante simpleza en cualquier punto del planeta. Sin embargo, su gran secreto radica en las complicaciones para encontrar vetas abundantes en estado puro.
Es decir, ‘minas’ en las que extraer mucha cantidad de material en su forma más natural posible. Y China es el lugar donde más abundan estos 17 materiales, con un 55% de las reservas de todo el mundo.
Así se conforman las ‘Tierras Raras’
Escandio, itrio, lantano, cerio, praseodimio, neodimio, prometio, samario, europio, gadolinio, terbio, disprosio, holmio, erbio, tulio, iterbio y lutecio son los 17 elementos que forman parte de las ‘Tierras Raras’.
Hay países como Brasil o Vietnam que cuentan también con una importante reserva de estos materiales, pero el gigante asiático va muchos pasos adelante ya que el 86% de la producción global sale China.
Tierras Raras como moneda de cambio
En más de una ocasión China ha amenazado con limitar las exportaciones de las ‘Tierras Raras’, argumentado razones medioambientales, lo cierto, es que China buscaría impulsar la industria nacional para exportar productos terminados y no simplemente materias primas.
Una práctica que la Administración de Obama denunció en 2012 ante la Organización Mundial del Comercio y a la que se unieron Japón y la Unión Europea. Lo que acabó en un levantamiento de las restricciones por parte de Pekín.
Ahora, China quiere aumentar la regulación sobre esos minerales, y quiere saber si ello perjudicaría a la industria de Estados Unidos o la Unión Europea. De hecho, tal y como anuncia Financial Times, el país ya ha mandado expertos para conocer en qué grado estos recortes lastrarían tecnologías vitales para la fabricación de diversas armas sofisticadas por parte del país norteamericano, entre ellas, el avión de combate F-35 de EE UU.
