Aunque en la teoría, para muchos sería genial que nuestros vehículos lidien con el tráfico diario mientras alargamos nuestras horas de sueño, atender esa videoconferencia o bien, simplemente nos relajamos mientras concluimos esa serie de alguna plataforma. La realidad es que siete de cada diez consumidores todavía no confían en la conducción autónoma y prefieren tener el control en momentos en los que el tráfico se vuelve complicado.
Así se desprende de la encuesta realizada por Joinup, quien da a conocer que parte de esta desconfianza surge a raíz de la cobertura mediática que reciben los accidentes ocurridos en vehículos autónomos que aumentan la inseguridad entre los consumidores.
En este sentido, la empresa encuestadora defiende los resultados tras argumentar que “en un sector tan sensible como el transporte de personas, la tecnología debe estar siempre al servicio del factor humano, no al revés”.
Aunque la digitalización de procesos y el uso de plataformas inteligentes son piezas clave, la compañía defiende que el verdadero valor añadido de su servicio reside en la atención personalizada y la confianza que brindan sus conductores, algo en lo que el sector todavía tiene que trabajar.