La guerra arancelaria contra las tecnologías eléctricas chinas parece escalar de nivel. Anteriormente habíamos dado a conocer acerca de la decisión del presidente de los Estados Unidos Joe Biden de imponer un impuesto fronterizo del 100% a los autos eléctricos chinos, sin embargo, una parte de los Republicanos considera que no es suficiente.
De acuerdo con el medio informativo Europa Press, legisladores Republicanos están pidiendo al presidente Biden que vaya un paso más y añada sanciones a los proveedores de baterías para coches eléctricos, específicamente contra CATL -socio de Ford – y Gotion High Tech -empresa en la que Volkswagen ostenta una participación.
En concreto los demandantes son el legislador John Moolennaar y los senadores Marco Rubio y Mark Green quienes argumentan contener trabajo forzoso en las operativas de sus respectivas cadenas de suministro.
Por su parte, un portavoz de la empresa de tecnología CATL comentó que a The Wall Street Journal que “cualquier sugerencia de que CATL haya utilizado trabajo forzoso, o que tenga alguna conexión con el trabajo forzoso, es absolutamente falsa”.
Asimismo, este portavoz adelantó que CATL esta preparado para las próximas crisis geopolíticas derivadas de las tensiones comerciales entre China y los países occidentales e incluso se mostró optimista en superarlas “a medida que expandan sus operaciones en Estados Unidos y Europa preparando el terreno para un futuro repunte de la demanda de los vehículos eléctricos”.
Los republicanos dicen que CATL y Gotion tienen vínculos con el Cuerpo de Producción y Construcción de Xinjiang, una organización paramilitar en Xinjiang que Estados Unidos ha sancionado y agregado a la lista de entidades prohibidas.