En México los scooters eléctricos poco a poco van ganando terreno como una opción de movilidad eficaz ante un tránsito vehicular que por mucho ha sobrepasado su capacidad, sin embargo, los scooters en otros mercados tienen mucho más tiempo en donde ya han demostrado tanto su efectividad, como sus áreas de oportunidad.
París es un mercado más maduro para este pequeño vehículo eléctrico y aun y cuando parecía ser una opción que llegó para quedarse, esta parte del mundo acaba de prohibir su uso, al menos para las opciones de renta.
Cuando veas a tu vecino las barbas cortar…
Lo que acaba de ocurrir en París no fue un hecho aislado, de hecho, España, específicamente Madrid y Barcelona dieron el primer paso en una prohibición similar para la renta de scooters eléctricos al considerarla una opción que ponía en peligro a los usuarios frente a los automóviles; a los peatones ya que algunos circulaban por encima de las banquetas.
Asimismo, sus retractores argumentaron que los scooters eléctricos de renta únicamente causaron desorden al estar “mal estacionados” por todas las aceras y finalmente que no resultaron ser tan ecológicos debido a la corta duración de sus pilas eléctricas de níquel, que al no ser desechadas correctamente son altamente contaminantes.
Un referéndum dictó la prohibición
Con una muy baja partición (menos del 5% del padrón), el 89.03% de los participantes votaron a favor de que se cancele el contrato de servicio una vez terminen las concesiones. Así, las tres empresas que prestan este servicio en París, Lime, Dott y Tier, terminarán su concesión el 31 de agosto y no renovarán el contrato.
Dimanche dernier, plus de 100 000 parisiens se sont déplacés pour décider de l’avenir des trottinettes en libre-service à Paris dans le cadre d’un bel exercice démocratique, que je vous raconte en détails. ⤵️ pic.twitter.com/H0IjTvl6Ni
— Anne Hidalgo (@Anne_Hidalgo) April 5, 2023
Dicho referéndum no vinculante fue promovido por la alcaldesa Anne Hidalgo se comprometió a considerar los resultados y obrar en consecuencia.
Las tres concesionarias tendrán que retirar los 15,000 scooters que gestionan en la ciudad antes de esa fecha y dejar de operar. En el caso de España, la multa por llevar un scooter eléctrico en el metro o en el autobús es de $200 euros ($ 3,980 pesos mexicanos al cambio actual).