El actor estadounidense, Billy Crystal, decía que una de las necesidades humanas después de la comida, era ver una película con palomitas de maíz. Este manjar con más de 500 años de existencia, creada por los mexicas, aparte de servir como accesorio de moda de la alta clase en ceremonias oficiales, eran preparadas con miel de maguey, dejando un sabor único, tal y como sucede con su historia, donde testimonios revelan que su forma y textura, eclipsaban a cualquiera.

Palomitas de maíz, una botana multicultural

Debido a su cultivo hace más de 9 mil años, el maíz palomero nació casi a la par, con el inicio de la agricultura en nuestro país, por eso, ocupa siete de las 60 razas nativas de maíz, siendo factor importante para la creación de las palomitas, mismas que durante la conquista de Tenochtitlan, fueron consumidas antes que el pozole, los tamales y la propia tortilla, platillos, clásicos de aquella época que incluso a los españoles, dejó boquiabiertos.

De acuerdo con Fray Bernardino de Sahagún, misionero franciscano autor de documentos que sirvieron para reconstruir la historia de México, en su libro “Historia General de las Cosas de la Nueva España”, narra el asombro que le produjo al ver “cómo se rompían granos de maíz tostado al fuego, hasta abrirse como una flor y que la gente le llamaba “momochitl”.

Era tanta su admiración que también documentó el uso que le daban en las fiestas dedicadas a Tezcatlipoca, dios de la noche y la tentación:

“Danzaban las mujeres doncellas afeitadas y emplumadas de pluma colorada todos los brazos y todas las piernas, y llevaban en las cabezas, puestos unos capillejos, compuestos en lugar de flores, con maíz tostado que ellos llaman momochitl, que cada grano es como una flor blanquísima”.

De hecho, el sabor del “momochitl”, según datos del Diccionario Enciclopédico de Gastronomía Mexicana, era dulce, ya que después de que el maíz palomero reventaba en el comal, le colocaban miel de maguey, platillo que hasta el día de hoy es preparado en algunas regiones del país, como por ejemplo en Chiapa de Corzo y Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, donde le ponen piloncillo y lo hacen de forma cuadrada, dando como resultado el “Puxinú”, un postre muy famoso de la región.

México perdió el control de este tesoro culinario

Sin embargo, los tiempos han cambiado y a pesar de que México posee variedad de maíces palomeros, no siempre se usa el propio para hacer palomitas, sino que casi el 99 por ciento es importado de Estados Unidos, país donde se inmortalizó su elaboración, debido a que, en 1885, Charles Cretors, inventó la primera máquina automática de fácil preparación, una joya de la cocina, que tuvo un rotundo éxito, en la época de la Gran Depresión.

En 1885, Charles Creators, inventó la primera máquina automática de fácil preparación de palomitas de maíz.

Esta severa crisis financiera mundial, sirvió como parteaguas para el comienzo de la relación cine-palomitas, ya que, para hacer olvidar a las personas de esos efectos económicos, se proyectaban cortometrajes, donde era común ver carritos ambulantes que vendían bolsas de esta botana, a precios bajos, para acompañar la función y que a la postre, provocó una combinación ideal que simplemente llegó… para quedarse.

Es tan marcada su evolución, que las palomitas ahora son acompañadas de caramelo, mantequilla, chile o queso, ingredientes que nos transportan del terror a lo cómico, en un parpadeo y que, gracias a su sabor, se han convertido en pieza fundamental para disfrutar del sétimo arte… a su máxima expresión.

¡Palomitas de Maíz, regalo de México para el mundo!

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