Una de las grandes ventajas que tiene el Mazda MX-5 y que bien podría parecer es una desventaja, es que no es un coche práctico, tampoco es un deportivo puro, sin embargo, toda su estética nos haría pensar que podríamos ponernos frente a frente de un Porsche 911 y dejarlo atrás y todo por una fracción del precio del deportivo alemán. Un consejo: ¡No lo intente!
Este carismático MX-5 es un coche de nicho, en donde el volumen de ventas no es parte de su objetivo, sin embargo, parece ser que Mazda no piensa matarlo y ya esta pensando en evolucionar su mecánica hacia la electrificación.
Lo anterior fue dicho por el mismísimo Kato Matsue, jefe de desarrollo de sistemas de propulsión de la compañía japonesa quien en una entrevista con medios de comunicación adelantó: “los principales mercados del MX-5 son Estados Unidos, Europa y Japón. Japón está un poco por detrás, pero la demanda está cambiando hacia la electrificación. Así que tenemos que pensar en ello”.
Mazda sabe que las características de MX-5 y por cual su público lo busca, tiene que ver con ser un coche pequeño ligero y divertido de conducir y en caso de llevarse a cabo esta mudanza tecnológica, seguirán y así lo confirmó Kato Matsue en esta misma reunión informativa:
“Lo que puedo decir es que el MX-5 es nuestro símbolo. Si el MX-5 se convierte en un coche eléctrico propulsado por baterías, ese coche eléctrico debería tener características muy especiales”, precisó.
Mazda no tendría problemas en desarrollar esta electrificación de nuevos o productos claves, toda vez que cuenta con un acuerdo de colaboración para el desarrollo de tecnología eléctrica con Toyota, así que no sería de extrañar que el futuro MX-5 cero emisiones utilizarán las baterías de electrolito sólido del gigante nipón, que debutarán en el año 2027 y ofrecerán autonomías superiores a los 1,000 km y tiempos de carga de aproximadamente 10 minutos.
Mazda recurrirá a la tecnología eléctrica de Toyota
Para rentabilizar sus nuevas tecnologías eléctricas lo más rápido posible, Toyota planea compartir su know-how con sus filiales Daihatsu, Hino y Lexus, así como con sus socios japoneses habituales: Isuzu, Subaru, Suzuki y la propia Mazda, en la que posee una participación del 5%. Por este motivo, Mazda es considerada una marca “satélite” de Toyota.
En paralelo, se ha hecho público que Mazda y Panasonic se encuentran negociando una alianza estratégica para el suministro de baterías a largo plazo. Esta asociación formaría parte de la nueva estrategia de electrificación de la firma de Hiroshima, que contempla invertir hasta 10,300 millones de euros en electromovilidad a lo largo de los próximos años.
