El 23 de octubre del 2020, Netflix colapsó por completo tras el estreno de ‘The Queen’s Gambit’, una miniserie basada en la novela homónima de Walter Travis y protagonizada por Anya Taylor-Joy, cuya interpretación de Beth Harmon fue aclamada por la crítica. Sin embargo y ante el enorme éxito, el gigante del streaming desechó de manera abrupta la realización de cualquier contenido que tuviera que ver con la actriz de 28 años y Scott Frank, el creador de la serie, sepultando las aspiraciones de este dúo artístico que se llevó las palmas y aquí te revelamos los impactantes motivos.
Concebida también por Allan Scott, la serie de siete capítulos se ganó a pulso a la prensa más especializada al grado de obtener dos Globos de Oro, incluyendo el de mejor actriz de miniseries y un par de nominaciones para Taylor- Joy por su destacado trabajo.
Se alzó como el contenido más visto en Netflix
Incluso, durante el día de su estreno, ‘The Queen’s Gambit’ se convirtió en el contenido más visto de la plataforma digital y para noviembre del 2020, mediante su cuenta de X, Netflix publicó que más de 62 millones de usuarios habían visto la miniserie al menos en los primeros 28 días, posicionándose dentro del top 10 de preferencias en 92 países distintos y el número uno en otras 63 naciones.
Fue tal su impacto, que la comunidad de ajedrez la elogió por representar de manera excelsa la esencia del juego y las angustiosas y estresantes personalidades de los ajedrecistas. De hecho, en entrevista para la revista Vanity Fair, la maestra profesional Jennifer Shahade, indicó que la producción “transmite por completo la precisión del ajedrez”.
El rating positivo no fue suficiente
No obstante, y después de las cifras de rating, Netflix rechazó una nueva colaboración entre ambas figuras del espectáculo, la causa fue por demás contundente, ambos propusieron una adaptación basada en una novela del escritor ruso Vladimir Nabokov, la cual es considerada la precursora de su joya titulada ‘Lolita’, la famosa historia amorosa entre un pedófilo de 40 años y su hijastra de 12.
De hecho, en entrevista para la revista The New Yorker, el propio Scott Frank, reveló que Netflix rechazó después del tremendo éxito de ‘The Queen’s Gambit’, no sólo uno sino tres proyectos de su autoría, siendo el que realizaría junto a Anya Taylor-Joy el más representativo.
Se trataba de una cinta basada en “Laughter in the Dark”, una novela escrita por Nabokov en 1932, el cual relata la historia de un crítico de arte de mediana edad que se enamora de una joven de 17 años.
Al inicio, la idea de Frank era desarrollar un filme de cine negro en donde el personaje femenino sería retratado como un personaje “femme fatale”, una villana que usa tácticas sexuales para atrapar a los héroes. Justo, en 1969, este libro fue llevado a la gran pantalla con un elenco liderado por Richard Burton y Anna Karenina, teniendo una gran aceptación.
En ese sentido, Taylor-Joy era la elegida para encarnar el rol protagónico femenino mientras Scott Frank, terminaría de escribir el guion para llevarlo a la postproducción. A pesar de la rotunda negativa, fuentes indican que, en un futuro no muy lejano, Netflix podría ceder para su realización, pero sin la actriz nacida en Miami, Florida, quien se encuentra trabajando en su próxima película titulada: ‘Furiosa: A Mad Max Saga’.
Pese a que el cineasta estadounidense no haya consumado sus planes originales, mantiene una relación estable con el gigante del streaming al grado de colaborar en ‘Godless’, un western de siete episodios cuya fotografía cautivó a los más puristas del género. Incluso, Frank, tiene previsto participar en otra producción titulada ‘Department Q’, una adaptación de la saga literaria creada por Jussi Adler-Olsen, donde se cuenta la historia de un detective que intentará resolver un caso que por muchos años ha estado abierto.
Finalmente, la pareja dinámica que puso contra las cuerdas a las mentes más brillantes del ajedrez mundial no volverá a coincidir, siendo una de las tantas decisiones inexplicables tomadas por la industria, la misma que en reiteradas ocasiones ha desestimado el factor creativo por ahorrar dinero. Hoy Netflix, ha ganado la partida.