¿El incendio de un solo vehículo eléctrico puede poner en duda toda una tecnología? aparentemente sí, ya que el incendio de un Mercedes Benz eléctrico en Corea del Sur despertó los temores sobre la seguridad de los vehículos eléctricos (EV).

Quizá este suceso aparentemente aislado cobra mayor impacto porque nos recuerda el caso de los incendios de las baterías de algunos celulares de Nokia, ocurrido entre los años 2005 y 2006.

Sin embargo, hay que reconocer que el incendio de este modelo electrificado de Mercedes Benz -estacionado- resultó ser muy dramático, toda vez que, de acuerdo con reportes de medios locales, dañó a casi 900 coches y dejó a 23 personas con inhalación de humo.

Y aunque, estadísticamente es menos probable que un vehículo EV se incendie con respecto a uno de combustible, la intensidad de las llamas a escala del desastre, provocaron que algunos compradores reconsideren la compra de un EV.

Y quizá las medidas posteriores abonen a esta paranoia, ya que, a raíz de este suceso aislado, las autoridades implementaron medidas, como limitar la carga de baterías en aparcamientos subterráneos al 90%, aunque expertos cuestionan la efectividad de esta medida.

Asimismo, las redes sociales y la cobertura mediática abonaron el temor, enfocándose en los riesgos percibidos asociados con las baterías de los EV. Los comentarios giran en torno a la posibilidad de que las baterías de litio, que son altamente inflamables cuando se sobrecalientan, sean responsables de incendios más destructivos que los de vehículos convencionales.

En respuesta al incendio, Mercedes Benz en su división Corea ofreció revisiones de seguridad gratuitas para sus vehículos eléctricos y publicó la lista de proveedores de baterías, algo que también hicieron otras marcas como Hyundai y KIA.

El fabricante alemán identificó a Farasis Energy, una empresa china, como el proveedor de la batería del Mercedes EQE 350 involucrado en el incidente, que aparentemente se incendió sin motivo aparente.

Corea aspira a reducir sus emisiones en un 40% para 2030 y terminar con las ventas de vehículos de gasolina para 2035. Para ello, han invertido significativamente en infraestructura para los EV, incluyendo $280 millones de dólares destinados a instalar estaciones de recarga.

Incendio -espontáneo- de un Mercedes Benz eléctrico en Corea, pone en “duda esta tecnología”

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