En el transporte de mercancías vía marítima la seguridad es un tema que no se toma a la ligera y cualquier violación de las normas, trae importantes repercusiones y es lógico, en medio del mar, no existen formas seguras y rápidas de evacuar a la tripulación.
El Felicity Ice, con casi 200 metros de largo y 32 metros de ancho, llevaba a bordo 3,965 coches del consorcio Volkswagen de Alemania, con destino al puerto de Houston, en Texas, sin embargo, en medio del Atlántico se inició un grave incendio.
De acuerdo con el reporte pericial, ninguno de los 22 tripulantes sufrió daños, gracias a la oportuna acción de las autoridades marítimas portuguesas y otros barcos.
Según los peritos encargados de analizar las causas del siniestro, la batería de un Porsche Taycan fue la causante de originar la peligrosa situación. El caso se presentó hace un año, pero quedó en suspenso ya que ambas partes esperaban poder saldar la crisis mediante un acuerdo económico. Sin embargo, las mediaciones no han ido por la senda correcta, aunque todavía no se ha dicho la última palabra.
Los demandantes aseguran que Volkswagen no les informó debidamente del riesgo de la carga ni de las precauciones necesarias para transportar los coches eléctricos. Asimismo, las autoridades marinas aseguraron que de este lamentable suceso esperan aprender y en su caso, modificar las reglas a fin de transportar de formas más segura este tipo de cargas.
Finalmente, informaron que el Felicity Ice transportaba alrededor de 1,100 Porsche y casi 200 Bentleys. Coches completamente nuevos que acaban de ser ensamblados en las fábricas alemanas e inglesas. Sin embargo, dichos vehículos jamás llegaron a su destino y, en su momento, Volkswagen contabilizó $155 millones de dólares en pérdidas.