‘Más que una simple cara bonita’, Mustang Mach E fue maltratado a tal grado que se debe de mover con soltura frente a los diversos retos de sus futuros propietarios.
De acuerdo con Ford, Mustang Mach-E fue maltratado y torturado en una serie de pruebas similares a las que someten las pick up del fabricante.
Su carrocería y todo el sistema eléctrico, por ejemplo, tuvieron que soportar múltiples lavados continuos en condiciones extremas con pulverizaciones extremadamente potentes y dañinas. También atravesaron carreteras de grava con piedras sueltas y puntiagudas a altas velocidades.
El interior también fue maltratado.
Para garantizar su durabilidad, Ford sometió a los asientos a flexiones reiteradas y el apoyo de cargas pesadas recurrentes. La pantalla táctil central también se enfrentó a varias sesiones de maltratos, con lanzamiento de objetos e intentos de rayado.
Entre las pruebas de resistencia, el Mustang Mach-E fue expuesto a 60 lavados continuos, eliminando el jabón de los rociadores y supeditando al vehículo a los chorros de agua y a los cepillos sin la protección de la espuma.
Posteriormente fue secado a altas temperatura. Esta prueba equivaldría a lavar el coche cada dos semanas durante más de dos años.
Con la expresión ‘Built Ford Tough’, Ford se refiere a la durabilidad, a la capacidad de resistencia del exterior y el interior de sus vehículos y a la aptitud para enfrentarse a terrenos accidentados sin sufrir daños.