Recientemente, Jim Farley CEO de Ford declaró que el verdadero potencial de la firma automotriz está en no hacer vehículos “aburridos” y adelantó que considera que deben seguir la línea de los modelos icónicos que tan popular hicieron al fabricante norteamericano.
El renacer de Ford lo vemos en Bronco, Raptor y Mustang, este último, asegura Jim Farley, con todas las opciones para competir al nivel de rivales como Porsche.
Y quizá pienses que esta declaración es un poco exagerada. ¿diablos, Mustang compitiendo contra Porsche?
En un evento cuyo invitado de honor fue el piloto de la escudería Red Bull, el mexicano Checo Pérez. Ford agitó la bandera a cuadros a la puesta en venta del Pony Car más radical construido hasta el momento.
El Mustang GTD el cual bajo su radical carrocería fabricada en materiales ultralivianos oculta un V8, supercargado de 5.2 litros y con más de 800 caballos de fuerza los cuales son contenidos gracias a una transmisión automática, de ocho relaciones y doble embrague, fabricada por la compañía Tremec y que hizo su debut en el Chevrolet Corvette Stingray de 2020. La velocidad máxima es de 325 km/h.
Respecto a un Mustang convencional tiene muchos cambios en la carrocería, muchas diferencias mecánicas y un peso más contenido debido al uso masivo de materiales ligeros, principalmente la fibra de carbono. Las puertas son de aluminio.
De acuerdo con lo expuesto por Ford, Los componentes clave del Mustang GTD para lograr dar una vuelta por debajo de los 7 minutos en el legendario circuito de Nürburgring, son los alerones y un splitter más grande en parte delantera, alerones en la parte inferior y un sistema de reducción de la resistencia aerodinámica en el alerón trasero.
Los elementos aerodinámicos activos reducen la resistencia en línea recta sin sacrificar el agarre aerodinámico en las curvas.
En el interior se usa plástico, fibra de carbono, ante y piel para recubrir todos los elementos. Algunas piezas como la palanca de del cambio, mando giratorio y la placa con el número de serie pueden fabricarse con aluminio reciclado procedente de un avión Lockheed Martin F-22. Los asientos delanteros son firmados por Recaro, mientras que los traseros fueron eliminados.
Si bien el precio no fue confirmado, se estima que para México rondará los 6.3 millones de pesos.
