Es una realidad que la Unión Europea se ha encargado de dictar los pasos a seguir a nivel mundial en cuestiones ambientales y de salud. ¿Controversiales? Sin duda, pero necesarios y ahora Europa comienza el camino para prohibir el cromado.
El cromado y la industria automotriz han tendido una sinergia que si bien, al paso del tiempo se ha ido diluyendo, aun se hace presente y casi siempre para diferenciar las versiones más equipadas frente a las versiones de entrada.
Argumentos de pesos
Los argumentos que tienen la Unión Europea para iniciar las diligencias que lleven a la prohibición del cromo, es que es carcinógeno conocido que a menudo provoca cáncer de pulmón. Para dimensionar el nivel de peligrosidad para la salud, aseguran que es 500 veces más tóxico que las emisiones de diésel.
Esta medida por supuesto pondría en riego a la industria de los vehículos clásicos y con ello los restauradores, pero también obligaría a las marcas a buscar otros métodos para contrarrestar el cromo de sus nuevos vehículos.
Época de crisis, época de oportunidades
Pero donde algunos ven un problema, otros ven un área de oportunidad, tal es el caso del afamado jefe de diseño de Renault, Gilles Vidal, quien compartió, con el medio Autocar, su postura al respecto: “creo que es hora de una era de menos ostentación. El desafío para los diseñadores será dar forma a una marca que sea fuerte e impresionante pero mucho más simple que la actual. Todavía queremos hacer autos llamativos, pero con un diseño más minimalista y esencial”, sentenció.
Además, el jefe de diseño de Renault precisó que el cromo no va a acorde con la nueva movilidad debido al peso extra que representan estas piezas brillosas.
“No es ningún secreto que los autos han crecido, por seguridad, porque los compradores quieren más contenido, más equipo. Eso da lugar a coches más pesados, por lo que hemos tenido que usar frenos más grandes, etcétera. Es un círculo vicioso. La idea ahora, en este entorno moderno, debe ser intentar crear algún tipo de círculo virtuoso”, destacó.