Categóricamente rechazamos las etiquetas, la discriminación y la segregación, sin embargo, durante esta nueva etapa de polarización en México ha surgido el término ‘Fifí’ que básicamente busca agrupar de manera despectiva a un sector de la población debido a sus usos y costumbres.
Por Fifí se tiene la intención de describir a personas de élite
El término Fifí data su origen en el siglo XIX y aunque su etimología no es muy clara, podemos decir que su primera aparición en el universo fue en 1882, en el cuento ‘Mademoiselle Fifi’ del escritor francés Guy de Maupassant, donde narra la historia de un hombre con actitudes un tanto afeminadas, teniendo un gran éxito, por lo tanto, desde ese momento, a las personas con esas conductas, se les comenzó a decir así.
Pero como toda historia, siempre hay múltiples versiones, y esa no fue la única, ya que, en el siglo XVIII, el naturalista francés, Georges L. Leclerc, mejor conocido como el Conde de Buffon, lo usó para nombrar a las aves recién nacidas, por lo tanto, había dos antecedentes que no se parecían uno del otro, sin duda una difícil decisión.
Esta palabra llegó a México durante el Porfiriato y se podía escuchar cuando las mujeres adineradas, llamaban a sus aves de esa manera, gracias a esa famosa copia de estereotipos que desde ese entonces prevaleció en nuestro país, y como en esos años, todo giraba en torno a las costumbres francesas, fue en ese momento cuando hizo su aparición en estas tierras.
Tanto fue el furor de la palabra Fifí, que cuando Francisco I. Madero, fue presidente de nuestro país, los grupos de la alta élite porfirista en aras de ser un contrapeso político realizaron movimientos para hacerse presentes, hecho que quedó plasmado en los periódicos de la época, misma que tomó parte y criticó al gobierno maderista, por lo que el primer mandatario, de inmediato los nombró así… Fifís, porque dijo, tenían ideas conservadoras, pertenecientes a un régimen… autoritario.
¿Qué dice el Real Diccionario de la Lengua Española?
Fifí, es una palabra que se refiere a una “persona presumida y que se ocupa de seguir las modas”. Así es como nos damos cuenta de que esta palabra usada de manera reiterada por personajes políticos no tiene nada que ver, con un estatus social, ni educativo, sino que la propia literatura se ha encargado de descifrar el enigma que millones de mexicanos a diario, usan para descalificarse, olvidándose por completo de que cada quien piensa como mejor se sienta.