Entre 1936 y 1942 se construyeron tan solo 1,404 unidades del primer automóvil de pasajeros de Toyota, bautizado como AA y hasta hace poco, se pensaba que ninguno de estos autos había sobrevivido. Incluso, la propia Toyota se había visto obligada a fabricar una réplica del Modelo AA desde cero, porque no se pudo encontrar un ejemplar original en el Museo del automóvil de Toyota en Japón.
Así que cuando surgió la noticia de que un auto de 1936 correspondía a una de las 100 unidades construidas en el primer año de producción de AA, el descubrimiento fue recibido con cierto grado de escepticismo. Sin embargo, se investigó el hallazgo.
Especialistas del Museo Louwman en Holanda revelaron que el automóvil era genuino. El modelo AA había sido propiedad de un agricultor siberiano desde la Segunda Guerra Mundial.
Durante más de 60 años se había utilizado, sobre todo, en la tierra y se había modificado en gran medida. En algún momento indeterminado también fue trasladado desde las profundidades de Siberia a las afueras de Vladivostok, donde ahora vivía el nieto del granjero.
El Toyoda Modelo AA se transportó en tren desde Vladivostok a Moscú. El tramo final de su viaje a Europa Occidental lo hizo en la parte trasera de un camión.
El preciado auto ahora es parte de la colección de automóviles privados del Museo Louwman en La Haya. Toda una joya expuesta para el disfrute de los seguidores de Toyota, la tecnología pionera y los amantes de las historias extraordinarias.