Durante una entrevista con Reuters, el CEO de Stellantis Carlos Tavares aseguró que los altos costos devengados para hacer frente a las políticas ambientales ponen en riesgo a la industria automotriz.
En el caso de Stellentis tienen planeado invertir €300,000 millones de euros en los próximos cuatro años para electrificar todas y cada una de sus marcas del conglomerado.
Los fabricantes automotrices están obligados por los gobiernos a reducir emisiones, en este sentido, el máximo jerarca de Stellenatis aseguró:
“Lo que se ha decidido es imponer a la industria automotriz una electrificación que trae un 50% de costos adicionales frente a un vehículo convencional”.
A lo largo de esta entrevista Carlos Tavares consideró que estos costos adicionales no pueden ser transferidos al consumidor final ya que “la mayoría de las partes de la clase media no lo podrán pagar”.
Sin embargo, para el CEO de Stellantis, además del tema económico enfrentan otro problema que tiene que ver con las nuevas tecnologías que acompañan al coche eléctrico que deben ser probadas y ‘retadas’ durante mucho tiempo. Los plazos de desarrollo no se pueden acelerar, pues de lo contrario podría haber problemas de calidad, fiabilidad o de seguridad.
Se espera que los costos del coche eléctrico se reduzcan con el paso del tiempo; analistas proyectan que para la segunda mitad de la década se podrían equiparar los gastos de producción de un coche eléctrico a uno térmico, aunque por el momento estamos lejos de ese punto.