El reciente y sorpresivo regreso de Hakan Samuelsson al timón de Volvo Cars coincidió con un período de incertidumbre en el comercio internacional, marcado por los aranceles anunciados por la administración de Donald Trump.

En una entrevista, el directivo sueco de 74 años, que ya había sido CEO de la firma de 2012 a 2022, expresó su preocupación por el impacto que estas medidas proteccionistas podrían tener en la compañía sueca, advirtiendo sobre la presión en los márgenes de ganancia y el inevitable aumento de precios para los consumidores estadounidenses.

La decisión de la administración Trump de imponer aranceles a las importaciones de automóviles y componentes procedentes de la Unión Europea y China generó una ola de inquietud en la industria automotriz global.

Para Volvo, con una presencia significativa en el mercado estadounidense, las consecuencias podrían ser particularmente perjudiciales. Samuelsson señaló que Estados Unidos es el tercer mercado más grande de Volvo, lo que subraya la importancia de mantener un flujo comercial fluido y sin obstáculos.

La imposición de aranceles, según Samuelsson, tendría un efecto dominó en la cadena de suministro de Volvo. Al aumentar el costo de los componentes importados, la compañía se vería obligada a absorber parte de ese incremento, lo que inevitablemente presionaría sus márgenes de ganancia. Sin embargo, no sería posible absorber la totalidad del aumento de costos, lo que llevaría a un incremento en los precios de los vehículos para los consumidores estadounidenses. Esta situación podría afectar negativamente la competitividad de Volvo en el mercado estadounidense, reduciendo su cuota de mercado y afectando sus ventas.

La alternativa de trasladar la producción a Estados Unidos para evitar los aranceles, aunque teóricamente viable, no es una solución rápida ni sencilla. Samuelsson estimó que el proceso de establecer una nueva planta de producción en Estados Unidos podría llevar hasta dos años, lo que implica una inversión significativa y un período de incertidumbre durante el cual Volvo estaría expuesta a los aranceles. Además, la decisión de trasladar la producción implicaría la reestructuración de la cadena de suministro global de Volvo, lo que podría generar ineficiencias y aumentar los costos a corto plazo.

Samuelsson expresó su preocupación por la tendencia hacia el desmantelamiento de la globalización, un proceso que ha permitido a las empresas como Volvo optimizar sus cadenas de suministro y ofrecer productos competitivos a nivel mundial. La imposición de aranceles representa un retroceso en este proceso, creando barreras comerciales y fragmentando el mercado global. El CEO de Volvo ha subrayado la importancia de mantener un sistema de comercio internacional basado en reglas claras y predecibles, que permita a las empresas planificar sus inversiones y estrategias a largo plazo.

El impacto de los aranceles no se limita a Volvo Cars. Otras empresas automotrices europeas y asiáticas con presencia en el mercado estadounidense también se verían afectadas. La imposición de aranceles podría desencadenar una guerra comercial, con represalias por parte de otros países, lo que tendría consecuencias negativas para la economía global. La incertidumbre generada por las políticas proteccionistas de la administración Trump podría afectar la inversión extranjera en Estados Unidos y reducir el crecimiento económico.

Las advertencias de Hakan Samuelsson sobre el impacto de los aranceles de Trump en Volvo Cars reflejan la preocupación generalizada en la industria automovilística. La imposición de aranceles podría presionar los márgenes de ganancia, aumentar los precios para los consumidores y afectar la competitividad de las empresas.

La situación plantea un desafío estratégico para Volvo y otras empresas automotrices, que deben encontrar formas de adaptarse a un entorno comercial cada vez más incierto. La industria automovilística global espera con atención el desarrollo de esta situación y las posibles respuestas de la administración Trump y otros gobiernos.

CEO de Volvo explica las consecuencias -negativas- de arancele de EEUU

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