Cadillac que erigió su historia en 1902 al presentar su primer vehículo que portaba un motor de un cilindro y 10 caballos de potencia llamado Modelo A, hoy tiene que olvidar lo aprendido y reescribir su historia en una era en donde el cromo, la gasolina y las grandes esculturas en el cofre son “cosas del pasado”.
Cadillac de manera oficial, informó que seguirá la tendencia casi unánime y se despide de los motores a combustión para centrarse en la electricidad como eje de su movilidad.
Este cambio se iniciará de forma paulatina, pero acelerada, siendo así, todos los nuevos modelos que presente Cadillac tendrán mecánicas exclusivamente eléctricas, mientras que los modelos que se amparen en esquemas de combustión irán afrontando sus últimos compases con leves revisiones para mantenerse al día, pero sin ninguna novedad más por delante.
Esta nueva era de movilidad será abanderada con el Cadillac Lyriq, el SUV eléctrico que afrontará su paso a producción sin apenas recibir cambios con respecto al modelo conceptual que conocimos meses atrás, y supone el inicio de una nueva era comercial para la firma.
La ofensiva de Lyriq será reforzada con Cadillac Celestiq, un sedán de gran tamaño en clave de lujo que llegará durante 2023. Por supuesto lo hará, en base a lo recientemente confirmado por ellos mismos, bajo la exclusiva condición de un coche eléctrico.
No todos los concesionarios Cadillac quieren alienarse a la movilidad eléctrica
Meses atrás se destacó a través de The Wall Street Journal que no todos los concesionarios de Cadillac estaban conformes con este nuevo rumbo eléctrico de la firma automotriz.
El prestigioso medio estadounidense aseguró que Cadillac puso sobre la mesa de las negociaciones que en caso de no querer vender vehículos eléctricos y renunciar así a su franquicia, Cadillac los recompensaría con entre $ 300,000 y un millón de dólares.
Estos concesionarios que manifestaron su negativa al nuevo camino de la marca representan el 17% de la red de agencias en Estados Unidos que estaría cerca de cerrar sus puertas a Cadillac.
El prestigio medio estadounidense asegura que:
“El costo de las mejoras necesarias a las que obliga la marca es uno de los motivos, si no el principal, para que haya renunciado un número tan elevado de concesionarios”.
Los que decidan continuar vendiendo la marca necesitan renovar los equipos de reparación, instalar cargadores para vehículos eléctricos y actualizar la imagen de las instalaciones, entre algunas cosas más, para adaptarse a lo que está por llegar en Cadillac, asegura The Wall Street Journal.